GORDI

Este es Gordi, el gato de mi hermana. Tiene unos 9 años de edad y no es que esté gordo exactamente, es un gato muy grande y de complexión fuerte. Yo le llamo cariñosamente “botijín”. Gordi fue adoptado por mi hermana hace un tiempo, ya que en su antiguo hogar, le hacía la vida imposible a otro miembro de la familia, un perro. Quería todos los mimos y atenciones para él.

Gordi es el sosiego personificado. Jamás he conocido ningún gato que tenga la pachorra que él tiene. Le encanta tumbarse en una silla en la terraza y pasar allí horas y horas. Es mimosote y buenón aunque tiene su punto “cabroncete”.

Todos los que tenemos gato/a sabemos lo juguetones que son los mininos, se divierten con cualquier cosa. Cómo creéis juega un gato como Gordi? Pues Gordi juega con los ojos, es increíble cómo ante cualquier tipo de estímulo que se mueva delante de él (una bolita de papel, una pluma, una pajita, una bolsa de plástico atada, una pelota, una caña de gatos….buf, creo que he probado con todo), Gordi no hace otra cosa que mirar y poner unos ojos de loco chiflado, que parece que en cualquier momento va a salir disparado hacia su juguete, incluso mueve el culete como si fuera a saltar, pero NO. Ahí se queda jugando con los ojos.

Sólo he visto correr a Gordi en dos situaciones:

1.- Cuando las visitas a casa de mi hermana coinciden con la “happy hour felina” (*)

2.- Cuando llego a su casa y como buen gatito, sale a cotillear (no es que salga a saludarme... precisamente). En cuanto me ve, reconoce que soy yo cuando le digo “Hola Gordiiiiiiii, soy tu pesadiiiiillaaaaa” y sale corriendo. Sabe que si no, le cojo en brazos y le achucho, le achucho y le achucho, me odia.

(*) “Happy Hour felina”: Momentos locos gatunos. (PROXIMA ENTREGA 4 DE ABRIL).